¿Por qué no Incluímos Azúcar en Nuestros Productos KEEP Fueled?
Alguna vez te has preguntado ¿por qué es tan difícil dejar de comer alimentos altos en azúcar? o por qué cada vez que comemos algo dulce nos sentimos “tan bien” y queremos más y más. Todo esto tiene una explicación científica y te va a sorprender el increíble poder adictivo que tiene esta sustancia para nuestro cerebro y es lo que la industria ha aprovechado para vender más y más productos procesados a costa de nuestra propia salud y bienestar físico
Un Dulce Veneno
Respecto a este tema el Dr. Mark Hyman en su artículo: «Dulce Veneno» habla del azúcar como una de las sustancias más adictivas y peligrosas. Afirma que es un destructor de salud secreto, ya que está oculto en la mayoría de los alimentos procesados y envasados. En los hechos, afirma que el azúcar es ocho veces más adictivo que la cocaína. Y afirma que todos los tipos de azúcar contribuyen al cáncer, enfermedades del corazón, trastornos metabólicos, diabetes y obesidad. El problema es que, durante años, nos han lavado el cerebro para pensar que la grasa causa ataques cardíacos y aumenta el colesterol, y que el azúcar es inofensivo, excepto como fuente de calorías vacías. No son calorías vacías. Resulta que las calorías del azúcar son calorías mortales.
Otro artículo reciente del “British Journal of Sport and Medicine”, ha identificado comportamientos propios de adictos a las drogas en quienes consumen mucha azúcar. Como atracones (ingesta exagerada del componente), ansiedad, tolerancia (entre más se consume, más se necesita para sentir los efectos) o síntomas de abstinencia. “Consumir azúcar produce efectos similares a consumir cocaína, alterando el estado anímico, posiblemente por su capacidad para activar el sistema de recompensas del cerebro y los centros de placer, llevando a una búsqueda de más azúcar”, dice el informe. DiNicolantonio afirmó que el azúcar es aún más adictivo que la cocaína, convirtiéndose así, según él, en la sustancia adictiva más consumida en el planeta, muy por encima de la nicotina o el alcohol.
Peor que una Droga
A diferencia de la adicción a las drogas o al alcohol, en general, la adicción al azúcar tiene poco impacto social o críticas negativas directas sobre las personas o sus familias. La adicción al azúcar tiene un impacto claro en nuestra salud colectiva: nos hace gordos y metabólicamente enfermos. La fructosa en sacarosa, miel, jarabe de maíz y frutas tendrían poco impacto en el almacenamiento de grasa si se consumieran en pequeñas cantidades.
Esta fué claramente la forma en que los humanos interactuaban con los azúcares simples la mayor parte del tiempo en el pasado. Nuestros ancestros se embriagarían con frutas o miel cuando estuvieran disponibles, pero estos episodios eran claramente esporádicos.
El problema es que en el mundo de hoy con la disponibilidad 24/7 de alimentos altamente procesados cargados con azúcares añadidos, estos episodios de antojo y atracones son casi constantes, lo que llevaría a una ingesta marcadamente mayor de fructosa. El consumo excesivo de fructosa promueve el almacenamiento de grasa, especialmente en el hígado. Esto respalda el viejo adagio «la dosis hace el veneno». De hecho, en la actualidad se estima que alrededor de 110 millones de estadounidenses tienen resistencia a la insulina, y gran parte de la población mundial podría estar en riesgo particular de adicción al azúcar, sin si quiera saberlo.
Por último, quiero mencionar un estudio del Dr. David S. Ludwig, profesor de medicina en Harvard, en el cual afirma que “los carbohidratos altamente procesados y refinados, como el pan blanco y el azúcar, alteran la actividad cerebral en formas que nos hacen anhelarlos aún más, lo que significa que más allá de sus calorías y de su sabor, los azúcares pueden provocar síntomas relacionados con la adición, sobre todo en personas muy susceptibles, como los obesos”.
“El azúcar actúa en el organismo como una droga con un elevado potencial adictivo provocado por la enorme secreción de dopamina que actúa sobre el cerebro estimulando una ingesta posterior”. Es decir, cuanto más azúcar tomamos, más ganas tenemos de volver a tomar. Con el agravante que “para alcanzar el placer cada vez se necesitará consumir una cantidad mayor”.
¿Qué hay de la Fructosa?
Dr. Ludwig también examinó los efectos de la fructosa sobre la salud y explicó que «el consumo excesivo de azúcar refinada juega un papel importante en las epidemias de obesidad y enfermedades relacionadas a ella». También señaló que las formas de glucosa que son absorbidas rápidamente- presentes en azúcar y alimentos almidonados de alto índice glucémico- también contribuyen a estas enfermedades.
Con toda esta información sólo nos queda preguntarnos: ¿Qué estamos esperando para dejar de consumir esta sustancia? Las investigaciones respecto a su nefastas consecuencias en nuestra salud sólo crecen y crecen. Es por eso que en nuestro estilo de vida Low Carb, no incluímos azúcares adicionadas.
Y para productos que realmente apoyen nuestro estilo de vida, siempre hay que elegir aquellos mínimamente procesados y sólo aquellos endulzados con endulzantes que no generen respuesta insulínica en el cuerpo. Este es el caso de la Stevia, el erythritol y el monk fruit. La Keto-Nola de KEEP Fueled es una perfecta opción.
Libérate de la adicción al azúcar y empieza a vivir las bondades de un estilo de vida Low Carb con nuestras KetoNola y PaleoNola Low Carb!